DIARIO DE UN CAMPUSERO (CAMPUS PARTY 2006)
DÍA 6 Capítulo 8, Despedida y Cierre (Hasta el próximo año)
Como bien os dije antes, se hicieron las 7:00... después las 8:00 y decidí irme a mi tienda (aprovechando que Pocotico no la ocupaba) para descansar un poco pensando en que después tendría que desmontar las cosas y hacer un largo viaje de vuelta a Murcia.
Pero antes de eso ocurrieron varios hechos dignos de contar. El primero fue que Amsler por fin fue víctima de las fotos nuestras durmiendo, calló como un bebé de meses después de tomarse el biberón y con la posición típica del dormir de los campuseros, sentado con los brazos cruzados y con el cuello caído hacia delante y torcido un poco para un lado. Pocotico y yo aprovechamos para hacerle un reportaje gráfico de la vida de los Perezosos al National Geographic.
El segundo hecho fue que un tío estaba sentado durmiendo y con un grupo (supongo que “amigos” suyos) gastándole bromas, poniéndole cosas en la cabeza, riéndose y gritándole, pero no respondía y los chavales de la Campus no sabían ni qué hacer con él. Se veía fatal, yo sospechaba que estaba mal porque no era normal la situación de aquel tipo, incluso pensé que le dio ese patatús por pasarse 6 días delante del ordenador sin comer bien y sin ducharse (como muchos allí en la Campus). Después de estar mucho tiempo intentando despertarle e incorporarle lo consiguieron y el tipo pudo ponerse de pie con la ayuda de otros dos. Daba tumbos de un lado para otro, estaba pálido cual muerto y al final lo pusieron en una colchoneta tumbado en el cubo de desarrolladores (donde se hacían las conferencias, detrás del cartel del MRO), luego me enteré que estaba ciego perdido por la borrachera de la noche anterior y es que los críos de la Campus no saben lo que hacen, vamos que ir a un acontecimiento de estos para estar poniéndote borracho... como si no hubieran fines de semana para salir de fiesta y beber.
Ya no sé ni la hora que se hizo pero yo me bajé y hasta las 12 no desperté, al escuchar a Kotai (ya que el desconocido desapareció esa noche) y a Zerocoult recoger sus tiendas. Yo hice lo propio con la mía, después de sacar todas mis cosas y las de Pocotico, que las había dejado en mi tienda para que estuvieran más seguras. El montaje de mi tienda un auténtico lujo, en poco segundos la tienes montada, pero el desmontaje... un fracaso, aún no me aclaro con el sistema y doblado de la tienda, me tuvo que ayudar Amsler, que estando más fresco que yo por la siesta que se había pegado antes, pudo recogerla. Con todo recogido esperé a que bajara Pocotico a por sus cosas y mientras los demás subieron para empezar a recoger los ordenadores, la fiesta se acababa.
Al poco llegó este, cogió sus cosas y parte de las mía y fuimos a los ascensores para esperar a que bajara Zerocoult con parte de su ordenador y ver como nos lo montábamos para hacer el mínimo de viajes posibles. Quedamos en que Zerocoult llevaba su CPU al coche de sus padres, mientras Pocotico subía a dejar sus cosas (un macuto y una mochila) para bajar y ayudarme a llevar las mías a mi coche. Esperé un buen rato y nadie bajaba, con toda la carga que llevaba (macuto, mochila, tienda de campaña, colchoneta hinchable, la mochilita del paquete de bienvenida y una bolsa con el hinchador de la colchoneta) me las ingenié para llevarlas yo sólo. Me fue difícil transportarlas, aparte de por lo que pesaban por el tamaño de todo lo que llevaba pero con esfuerzo y sufrimiento pude llegar sin contratiempos al coche y cargar las cosas.
Llamó Zerocoult por teléfono para preguntarme donde estaba y que me quedaba para ir al ascensor del parking para saludar a esa cosa que llevaba casi una semana esperando. Acerqué el coche a la entrada del parking por el acceso de personas al recinto y ahí estaba mi colega con la rueda de repuesto abandonada a su suerte en una calle de Albacete. Sabía días antes que la madre de Zerocoult la cogió cuando la vio ahí tirada y sabía de antemano que este día llegaría, el reencuentro con el objeto perdido (hay foto con ella). La cargué en el coche y aproveché que había plazas cerca para aparcar lo más próximo a la entrada cuando cargara con el ordenador.
Subimos al pabellón para recoger las últimas cosas, recién pasadas las 13 horas y cuando subimos fuimos al pabellón 4 donde repartían las gorras de Renault F1 Team gratis (si llevabas una camiseta de telefónica que venía en el paquete de bienvenida y con tu acreditación) y al ver la cola que había decidí desmontar primero mi ordenador y dejarlo todo preparado y luego ir a recogerla.
Con todo hecho la cogí y con las misma regresé a mi puesto para ayudar a recoger el cartel, no sin antes llevar mi ordenador y mi pantalla en el carrito de Vany, bueno, en realidad lo llevó él, yo llevé una bolsa con el ratón, la alfombrilla, cables y la regleta, Vany se ofreció amablemente a llevar su carrito con mi CPU y mi Pantalla. Al pasar por la puerta del pabellón lo típico, te paraban para comprobar si esas cosas eran tuyas (el sistema eran unas pegatinas en los objetos que llevaba Vany que tenían el número del DNI). Por supuesto les dije a los de la puerta que me estaba robando amistosamente y si le acompañaba a sacar mis cosas a su coche que me perdonaba la paliza que me iba a dar.
Antes de llegar y después de 10 minutos andando hacia el parking, con Vany cansado por la carga que llevaba y la incomodidad de tener el carrito sin cuerdas para sujetar pantalla y caja, casi en los ascensores de acceso al sótano me di cuenta de un pequeño detalle... ¡¡¡ Se me había olvidado las llaves del coche !!! La cara de Vany fue todo un poema, el mundo se le venía encima, la expresión decía: "Tierra trágame" (expresión curiosa porque hubiera llegado al parking sin necesidad de ascensor). No me mató en ese mismo instante porque la expresión de mi cara pasó de susto… a sonrisa cuando le dije que era broma, que le estaba vacilando. De repente recuperó el aliento y se calmó y pudimos meter el ordenador en el maletero y subir a ver la carrera que retransmitían en el cubo de Imagenio (Telefónica).
Como la pillamos empezada y todavía quedaba mucho por hacer decidimos no verla, avisar a Pocotico que estaba "viéndola" con los ojos cerrados sentado en una silla y desmontar el cartel del MRO. Kotai acercó el coche al pabellón (hay un acceso para no tener que andar hasta el parking, pero sólo dejan 5 minutos para meter las cosas rápido e irse). Mientras recogíamos me fijé en un detalle curioso, Isabel, la mujer de Kotai... ¡¡¡ estaba haciendo algo productivo !!! nos ayudaba a recoger las cosas; aquella persona que estuvo desde el sábado a media mañana, que apenas habló (si lo comparamos conmigo que no paro) y que se dedicó a estar en su ordenador quitecita... dejó de lado su estado de parasitismo (como le dije allí) para aportar algo al grupo (desde aquí saluditos para ella).
El momento de meter el cartel y los demás bártulos al coche de Kotai fue una odisea; el cartel, partido de nuevo en dos mitades, apoyado en la pared, intentó tragarse a Isa dos veces por culpa del viento pero ella, en un alarde de reflejos y destreza, pudo con el enemigo y lo volvió a dejar quitecito en su sitio, las dos veces, hasta que consiguieron meter el cartel en el coche con el resto de cosas. Como siempre el trabajo fue en equipo, Kotai organizaba las cosas de su maletero, mientras los demás mirábamos como lo hacía.
El momento de la despedida llegó, un abrazo a Kotai, dos besitos a Isa y una emotiva pero alegre despedida y a esperar otra ocasión para vernos (os recuerdo que la Murcia Lan Party es el puente de Halloween). Vany, Perezoso, perdón, Amsler, Pocotico y yo, después de despedirnos de la parejita, bajamos al parking para coger nuestros respectivos coches y de vuelta a casita. Zerocoult se me ha olvidado deciros que se tuvo que ir al poco de recoger la gorra porque sus padres estaban esperando. Amsler antes de entrar nosotros al ascensor del parking se despidió de nosotros, porque tenía el coche aparcado fuera, diciendo que había sido un placer conocernos y que somos unos tíos de puta madre, yo con una sonrisa falsa en la cara y dándole la mano le devolví el halago, dejando de lado la bordería que tenía para que no se sintiera ofendido, pero por dentro pensaba... ¡¡¡ Que tío más plasta, a ver si se va ya y lo pierdo de vista !!! (lo siento pero por algún lado te tenía que atacar, no pensarás que te ibas a librar, después de haber dejado por el suelo a los demás).
Cada uno en su coche, Vany me señaló la ruta a seguir para llegar a mi destino. Pocotico fue en el coche de Vany porque le acercaba a la estación de autobuses y yo con mi coche puse rumbo a Murcia. Cuando Vany cogió un desvío para entra a Valencia yo tenía que seguir recto y aprovechamos para despedirnos una última vez antes de llevar cada uno su rumbo.
El viaje fue tranquilo, un poco de tráfico al llegar cerca de la costa y unos cuantos accidentes que afortunadamente no fueron para mí ninguno. Llegué cansado a mi casa pero con una experiencia inolvidable en el recuerdo. HASTA EL AÑO QUE VIENE SI NO NOS CRUZAMOS ANTES POR AHÍ, GRACIAS POR TODO A TODOS.
Desde aquí aprovecho para decir que si alguno de los afectados por mis palabras se ha sentido ofendido en algún momento... que se le va a hacer, así es la vida, no voy a decir un "lo siento" ni a disculparme, jajaja.
Un saludo para Fastman19, Kotai, Isabel, Pocotico, Amsler, Vany y Zerocoult (ordenados según el afecto que les tengo... de menor a mayor, que no, que es broma, es que no puedo parar meterme con quien sea).
Un saludo también a esa gente que ha sido fiel a la lectura de este diario, a ver si algún año coincidimos en alguna party.
Un saludo para mi Charmander, para el año que viene me lo llevo otra vez y puede que tenga como compañero otro personaje más grande, también aprovecho para saludar a Vanesa y Vanidad con las que sueño todas las noches.
Me despido con esta última línea, pronto tendré las fotos con unos comentarios en cada una de ellas. Espero que os lo hayáis pasado tan bien leyendo esto como yo escribiéndolo. Saludos.
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